Piel inconforme

Un espacio para sentir, disentir, para disfrutar de aguas internas, o ríos, o mares... Para buscar las sombras de todos los árboles y aprender de su silencio... También para compartir el casual color de las cosas impreso en el papel húmedo o el lienzo... Y , ¿por qué no? para que hablemos sobre lo que pasa, o sobre lo que creemos que pasa...

"¡De la abundancia del corazón, habla la boca!"

jueves, 29 de septiembre de 2011

Visitaciones


El río recorre las orillas visitando todas las raíces
arcilla musgos ramas en el fondo ante los ojos
de peces asombrados que miran desde abajo la corriente
y esperan la flor del botarrama entre espuma y espuma.

Arriba el viento recorre el río como montándolo
Arriba el calor recorre el río como besándolo
Arriba el sol recorre el río como pintándolo
Arriba la lluvia recorre el río como peinándolo

Arriba la bruma recorre el río como vistiéndolo.

Y en lo profundo,
el río se detiene…

domingo, 21 de agosto de 2011

Dorar el dolor

Dejaste tu pamela, tu sombrero de ala ancha y el fajón de seda, como la amante se va deshaciendo de sus prendas camino hacia el amado. Los pies descalzos, las manos sin anillo ni aro ni prenda alguna ni pulsera. Sin lazo ni zarcillos ni abanico. Sin delantal de vuelos. Sin sonrisa pero con sorpresa hacia adentro, con el hondo suspiro de quien se atreve y quiere, comenzaste a hacer pan. Harina, levadura y agua. Una pizca de sal y se inicia la danza con la propia fuerza, la danza con el amor, la danza con el propio alimento, la danza con la obediencia de hacer lo que hay que hacer en el momento.

Y el horno espera, abierto para dorar el amor, dorar el dolor y hacerlo de oro. Dolor de oro con olor a pan y… “Haced esto en memoria de mi…”

Y el pan se convierte en sonrisa. Y se reparte.



viernes, 15 de julio de 2011

Acuarela

Una vez, en Varadero, y cuando digo Varadero digo Cuba, y cuando digo Cuba digo la entera, la valiente, la que construye fachadas para la exportación pero continúa por dentro entera, con toda el hambre entera, la solidaridad entera, la desesperación entera, la dignidad entera, los poemas enteros de Guillén y de los otros, y entera la bailarina ciega y entero el anhelo de lograrlo todo más allá de las balsas y entero el grito casi piedra de tanto repetir – ¡seguimos…! pues digo que una vez, en Varadero, y cuando digo Varadero digo Cuba… vi el más hermoso sol poniente, y el más apacible mar acuarela verde aguamarina… y entre sol y mar, rojo claro derritiéndose en el agua, sólo pude respirar hondo, como pocas veces hondo, y yo, la que no creía, dije: - ¡Dios, qué hermoso, gracias!

jueves, 14 de julio de 2011

Silencio III, de "Ciudad de Cáñamo"


Silencio III

Me gustan las piedras
jardín seco y gastado
de tanto jugar con la lluvia.

Sin luz
conocen
el secreto
de las estrellas.

sábado, 16 de abril de 2011

Un marinero que se metió a jardinero…


Pero esta vez no se fue. Estaba el jardín en flor… y una mujer de ébano con historia y mucha soledad a cuestas y enorme cabellera como un continente, bailó aquello de la pecera y todo ese Caribe de verdad, el de la sangre, no el del “reclamo” turístico, el de la sangre, el de la piel, el que yo una vez quise atrapar en un poema, el Caribe ancestral que mastica la música con todo el cuerpo… Sí, ese Caribe profundo lo atrapó más allá de la orilla, hasta el jardín, más allá del jardín, hasta la huerta, más allá de la huerta, hasta la entraña, más allá de la entraña, hasta la simiente, más allá de la simiente, hasta el revenar del tronco viejo.


Y ahora hay muchas trenzas de colores, abalorios, abalorios y roca, espuma, abalorios y espuma, tambor, abalorios, tambores, espuma, pescado frito... ¡Hoguera adentro y hoguera afuera…!